lunes, 17 de septiembre de 2012

Ahora que viene el mañana

Tú estás dónde no debes y yo... bueno yo solo tengo ganas de hacer lo que no debo...
Tú me das lo que yo quiero y yo... no me molesto en recordar lo que pierdo.
Tú, al final del camino. Tú, al final de mis dedos, de mis escalofríos, de mis deseos. Tú eres el nombre propio de mi lujuria. El verbo y la carne de un pecado que no tiene siquiera, por casa, el infierno.Y es que nuestro juego es como el diablo a la hora de guardar la luna.
Tú, que no me pintas sonrisas. Me das alegrías. Que incitas a mi corazón a movilizarse en una eterna protesta por no sentirse, punto y aparte.
Tú, que le enseñaste que el botón de rebobinar, en el momento adecuado, es el de avance por duplicado...
Tú que sabes enseñarme a soñar con unos besos reserva de amargos años, a luchar por unos momentos marcados por la envidia del sol y la luna... entre tanto eclipse de envidia y dulzura,... Descansa. Será la boca del mar la que te desvele entre tanto mañana, por la mañana.

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