Ya sabes de qué va esto. Yo escupo, tú pisas lo que siento. Yo sufro y a veces padezco. Vienes, y marco la diferencia. Mientras te vas, me das la espalda... no te muerdo el culo, pero mataría por pisarte los talones. Por volver a beber por dónde empiezan esas agujas sin tacones, por emanciparme de nuevo a tu cuerpo, por recorrer las curvas del infierno, desde el semáforo de tus ojos a la punta en blanco de tus adentros...
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