sábado, 30 de junio de 2012

Una fractura en mi alma, algo que ha exacerbado mi aficción por el maldito olvido... Se partió en ese momento en el que discutir los pequeños detalles no merece la pena, no si se están muriendo las grandes realidades. 
Porque sabemos que no hay acción sin reacción, pero ¿quien quiere penitencia sin pecado?
Porque echarnos de más define lo que añoramos por ir a menos. Solo queda vislumbrar otros horizontes, esos que nos motivan a movernos, que ya son por los que mordemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario