domingo, 8 de enero de 2012

Al esbozo del deseo lo dibujaría con tú sonrisa

A este paso para cuando aprendas a leer yo ya habré regalado mi alma a cualquier esquina, tres lunas de saldo y un Jack Daniels malo de discoteca.
Siembra tinieblas en tus propias dudas, equilibra la balanza y apuesta al caballo que ni todos quieren ni todos temen. Porque tanto calor y seguro que al sur de tu cintura... cintas de plata y años de cura. En cualquier caso yo nunca te hubiera regalado ni el sol ni las estrellas ni tan siquiera un ajado corazón. Me llega regalarte el esbozo de tu sonrisa al acostarme para ver como se dibuja al despertarte.

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